lunes, 1 de octubre de 2007

Cardiel: "Lo que ocurra después... ya se verá"

Noticia publicada el día 01/10/2007 en Heraldo de Aragón


El grupo encara los últimos seis conciertos de la gira en plena euforia y sin querer mirar más allá.

PABLO FERRER. México D.F..-Hotel Sofitel de Beverly Hills, madrugada del viernes 28 al sábado 29. Héroes habían arrasado en Los Ángeles ante 30.000 personas llegadas de toda América. La fiesta post-concierto se celebraba en un salón de la planta baja del hotel, que dos días antes había albergado un sarao del canal E! Entertainment Television, con la presencia de la mismísima Victoria Beckham… y de Héroes. Había visita de amigos zaragozanos: la familia de Josegirl, fotógrafa oficial de la gira y novia de Enrique, y los componentes de la banda Volador.

Pedro Andreu y Joaquín Cardiel, previsores ellos ante la amenaza latente de ley seca, se aprovisionaron de cerveza y tequila y congregaron una animada tertulia en la habitación del batería, que se alargó hasta bien entrada la madrugada.

El tema principal, más que el concierto de esa noche, eran las sensaciones experimentadas en la gira. "Está siendo algo muy grande -apuntaba Pedro- y es increíble comprobar cómo responde la gente. Claro, siguen preguntando lo que pasará después. Pues… esto es lo que hay. Son 10 conciertos y ya véis como lo estamos disfrutando". Joaquín apostillaba, para cerrar el asunto. "Somos cuatro personas con cuatro vidas y cuatro carreras diferentes. Lo que ocurra, ya se verá. Ahora tenemos seis conciertos por delante".

Su carrera, en concreto, está viviendo ya novedades interesantes, como la aventura de Pedro con DAB y Café del Mar. "He hecho -revelaba Joaquín- varias canciones en mi estudio. La idea es hacerlo todo: letra, música, voz e instrumentación. Pero no toco la batería…". "Las he oído, son muy buenas -decía Pedro-. Yo a mi amigo no lo cambio por ningún otro bajista". "A ver si quiere poner la batería en los temas, entonces", apostillaba Joaquín sin que lo oyera su colega.

Después de ver cómo funciona el espectáculo en América, está claro que lo de Zaragoza puede ser muy fuerte. "En casa voy a tocar para mis hijos, que tienen 7 y 5 años, quiero hacerlo bien para ellos", aclaraba Joaquín. "La vida cambia por completo para los que tenéis hijos, ¿verdad? -respondía Pedro-. Es algo muy bonito".

En Los Ángeles, Joaquín y sus cuatro compañeros de escena recibieron una lluvia de objetos. Ya pasó en Monterrey: una extraña forma de mostrar afecto. "Había más de treinta mil personas y los veías moverse todo el rato. Nos tiraron de todo… eso siempre pasa aquí, y no es agresión sino entusiasmo, pero claro, hay límites. La zapatilla que me dio en el hombro, por ejemplo. ¿Te ha parecido fuerte hoy? Espera al DF…".

La banda llegó en la madrugada del sábado al domingo, con media ciudad atenta al desarrollo de la Fórmula 1, y celebró el reencuentro con México con unos tacos. La banda descansó ayer toda la mañana y por la tarde se plantearon visitas turísticas, sin descartar pequeñas salidas al extrarradio o alguna población cercana, para visitar amigos.

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